Un jurado californiano sentenció este viernes que Samsung había vulnerado seis patentes de los productos de Apple y condenó a la firma surcoreana a abonar a su rival 1.050 millones de dólares: unos 840 millones de euros al cambio actual.
El veredicto se anunció en un juzgado de San José y llegó después de una deliberación de apenas 22 horas. Menos de las que muchos observadores auguraban en un caso de una gran complejidad. Al jurado se le había pedido que rellenara un cuestionario de 20 páginas con respuestas a más de 700 preguntas con el objetivo de dirimir los detalles del pleito.
Los nueve miembros del jurado determinan en su veredicto que Samsung vulneró en 28 de sus dispositivos móviles seis de las siete patentes por las que la había llevado a juicio su rival californiana. Entre ellas el pellizco de la pantalla táctil para agrandar una imagen, el diseño de los iconos en pantalla o la forma en la que el dispositivo detecta de los gestos de los dedos en la pantalla táctil. Samsung había acusado a Apple de vulnerar cinco de sus patentes, dos de ellas relacionadas con el envío de datos. Pero el jurado ha considerado que la empresa estadounidense no había vulnerado la legislación.
Apple había presentado su denuncia en abril de 2011 y al hacerlo había solicitado una compensación en torno a los 2.500 millones de dólares en concepto de daños por la violación de su propiedad intelectual. La cifra final se antoja pequeña si la comparamos con la demanda de la firma californiana.
Pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que el proceso que concluyó el viernes es sólo el primero de una serie de juicios que se empezarán a dirimir en los próximos meses y que nacen del deseo personal del fallecido Steve Jobs, que siempre percibió los dispositivos activados con el sistema Android como un mal plagio de sus productos y se propuso entorpecer su desarrollo con varias demandas ante la Justicia.
Esta vez los expertos auguraban un triunfo de Apple. En parte por la potencia de sus argumentos y en parte por la proximidad del juzgado a su cuartel general en Silicon Valley. El letrado de la firma, Harold McElhinny, señaló en su discurso final que Samsung sufría una "crisis de diseño" en 2007 y sus ejecutivos pensaron que lo mejor era copiar el iPhone. Sus oponentes intentaron rebatirle explicando que la firma surcoreana sólo había trabajado para darle a sus clientes aquello que querían: unos teléfonos con pantallas similares a las de los dispositivos de Apple. Pero al jurado le ha convencido más la versión de Apple y redactado un veredicto a su favor.
Samsung ha vendido unos 23 millones de tabletas y teléfonos móviles equipados con la tecnología que Apple reclama como suya. Una cifra que supone unos ingresos en torno a los 8.160 millones de dólares: unos 6.500 millones de euros al cambio actual.
El veredicto se anunció en un juzgado de San José y llegó después de una deliberación de apenas 22 horas. Menos de las que muchos observadores auguraban en un caso de una gran complejidad. Al jurado se le había pedido que rellenara un cuestionario de 20 páginas con respuestas a más de 700 preguntas con el objetivo de dirimir los detalles del pleito.
Los nueve miembros del jurado determinan en su veredicto que Samsung vulneró en 28 de sus dispositivos móviles seis de las siete patentes por las que la había llevado a juicio su rival californiana. Entre ellas el pellizco de la pantalla táctil para agrandar una imagen, el diseño de los iconos en pantalla o la forma en la que el dispositivo detecta de los gestos de los dedos en la pantalla táctil. Samsung había acusado a Apple de vulnerar cinco de sus patentes, dos de ellas relacionadas con el envío de datos. Pero el jurado ha considerado que la empresa estadounidense no había vulnerado la legislación.
Apple había presentado su denuncia en abril de 2011 y al hacerlo había solicitado una compensación en torno a los 2.500 millones de dólares en concepto de daños por la violación de su propiedad intelectual. La cifra final se antoja pequeña si la comparamos con la demanda de la firma californiana.
Pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que el proceso que concluyó el viernes es sólo el primero de una serie de juicios que se empezarán a dirimir en los próximos meses y que nacen del deseo personal del fallecido Steve Jobs, que siempre percibió los dispositivos activados con el sistema Android como un mal plagio de sus productos y se propuso entorpecer su desarrollo con varias demandas ante la Justicia.
Esta vez los expertos auguraban un triunfo de Apple. En parte por la potencia de sus argumentos y en parte por la proximidad del juzgado a su cuartel general en Silicon Valley. El letrado de la firma, Harold McElhinny, señaló en su discurso final que Samsung sufría una "crisis de diseño" en 2007 y sus ejecutivos pensaron que lo mejor era copiar el iPhone. Sus oponentes intentaron rebatirle explicando que la firma surcoreana sólo había trabajado para darle a sus clientes aquello que querían: unos teléfonos con pantallas similares a las de los dispositivos de Apple. Pero al jurado le ha convencido más la versión de Apple y redactado un veredicto a su favor.
Samsung ha vendido unos 23 millones de tabletas y teléfonos móviles equipados con la tecnología que Apple reclama como suya. Una cifra que supone unos ingresos en torno a los 8.160 millones de dólares: unos 6.500 millones de euros al cambio actual.
Vía | elmundo.es