Al fin ayer fue presentado en el
MWC 2014 el esperado
Samsung Galaxy S5 que tanto revuelo trae consigo, el smartphone de
gama alta estrella de Samsung que llega a su quinta versión, sin cambios arriesgados.
El diseño se mantiene, con sus
acabados en plástico perforado al estilo Note 3, y bordes también de plástico que simulan ser metal. Las principales novedades son su
resistencia al agua y a la suciedad gracias a la protección IP67, su
sensor biométrico para detectar la huella dactilar en el botón inicio y su
pulsómetro en la parte posterior.
Con la pantalla no ha habido ninguna sorpresa, se mantienen las
5 pulgadas con tecnología Super AMOLED y con
resolución 1080p, aunque mucha gente esperaba que subiera a 2K. El procesador consiste en un
cuatro núcleos a 2.5 GHz,
2 GB de memoria RAM, memoria interna a elegir entre 16 o 32 GB y posibilidad de insertar una
tarjeta MicroSD. La batería es intercambiable con capacidad
2.800 mAh y con la promesa de autonomía de 10 horas navegando y 12 reproduciendo video.
Sus dimensiones tampoco cambian mucho: 142 x 72.5 x 8.1 mm y su peso 145 gramos. La cámara lleva un
nuevo sensor de 16 Mpx y mejoras en el enfocado, capaz de
enfocar en 0.3 segundos. La cámara frontal es de 2 Mpx. Otra importante novedad en la cámara es la capacidad de
grabar vídeos en 4K/UHD.
La conectividad, como se espera,
MicroUSB 3.0,
NFC,
Ant+,
Bluetooth 4.0,
Wifi 802.11 a/b/g/n/ac,
infrarrojos y
LTE. Una novedad por aquí, el
Download Booster, que permite usar la conexión de datos LTE y el WiFi al mismo tiempo para descargar algo a una velocidad aún mayor.
Y en cuanto a la disponibilidad, estará el
11 de abril con
Android 4.2.2 KitKat, como se esperaba, aunque nada se sabe aún sobre el precio.
Vía | Xataka